Callos y durezas, ¿son lo mismo? Cómo prevenirlos

Los callos y durezas en los pies son comunes y, aunque incómodos, tienen soluciones sencillas. A menudo, surgen debido al roce constante con el calzado o la presión excesiva sobre ciertas zonas del pie.

¿Por qué aparecen los callos y durezas?

Los callos y las durezas, conocidos científicamente como helomas e hiperqueratosis, son el resultado de un engrosamiento de la piel como mecanismo de defensa. El pie genera células adicionales para protegerse de roces o presión constante.

• Callos: acumulación de queratina en una zona específica.
• Durezas: engrosamiento más homogéneo que puede extenderse en varias áreas del pie.

Causas comunes incluyen el mal ajuste del calzado, pisadas incorrectas o falta de hidratación. Los callos y durezas suelen aparecer una vez al mes, debido al ciclo natural de renovación de la piel.

Consejos para prevenir la aparición de callos y durezas

1. Usa calzado adecuado: evita zapatos que no sean de tu talla, ya que pueden provocar rozaduras.
2. Consulta al podólogo: si notas fricción constante, podría ser síntoma de deformidades como los pies planos. La quiropodia mensual es ideal para mantener la salud de tus pies.
3. Hidrata tus pies: las cremas hidratantes ayudan a prevenir la sequedad y la aparición de durezas.
4. Usa calcetines protectores: actúan como barrera entre el calzado y la piel, reduciendo la fricción.

Recuerda que la prevención y el cuidado regular con la ayuda de un podólogo son clave para evitar molestias y mantener los pies saludables.